Que tiempos eran los que mis sueños eras tú,
que no sabia quien eras, que no reconocía tu identidad...
Apareciste y te asomaste una noche por mis sueños,
luego te convertiste en mi mejor deseo.
Poco a poco me di cuenta que no solo era un sueño sino que todo se tornaba en realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario